Cada protagonista deberá enfrentarse a situaciones límite en las que, de una manera apasionadamente humana, dejará al descubierto con sus actos, sus más profundas miserias, así como sus valores más grandiosos y sublimes.

El lenguaje fresco y cercano, el humor y el ritmo vertiginoso de esta novela consiguen catapultar a quien la lee al mundo emocional de sus protagonistas. Lo cotidiano y lo trascendente conviven en absoluta armonía en esta historia que, sin duda, es un alegato a favor de la imperfección y de la grandeza humana a partes iguales.

Una novela que te conectará con lo más profundo de tus emociones y te cautivará de principio a fin.

Si compartes conmigo la importancia de gestionar adecuadamente nuestro mundo emocional y crees en la radical capacidad de decisión del ser humano sobre su destino, a pesar de los condicionantes, de las experiencias y de los acontecimientos que la vida nos depare, ¡esta es tu novela!

«La vida no permite que los jugadores marquen las reglas. Es la vida la que tira los dados. Cuando entras en la partida, las reglas están establecidas y decidimos jugar. Nos arriesgamos a vivir, porque vivir es una aventura. Y para vivir, hace falta coraje, sin duda ».