Perfectamente podríamos estar hablando de una “triada fatídica” no sólo del emprendimiento, sino del crecimiento personal y, en general, de los retos vitales. Y nada menos que a analizar estos tres elementos se dedicó el último Emakumeeting.

EmakumeEkin, asociación que promueve y apoya el emprendimiento de las mujeres y de la cual soy orgullosamente colaboradora, organiza, entre sus actividades habituales, los Emakumeetings, que son reuniones de carácter mensual para abordar temas que las propias socias han definido como de interés.

El hecho es que, entre otros muchos aspectos interesantes, las emprendedoras de EmakumeEkin han identificado estas tres emociones y a analizar en detalle su origen y las posibles herramientas para afrontarlos, dedicamos el último encuentro.

En primer lugar, se identificó que por debajo de la pereza, en muchas ocasiones, lo que existía era miedo. No escatimamos justificaciones y excusas que nos protejan de arriesgarnos a salir de nuestra zona de confort y, a veces, nos resulta menos duro calificarlo de pereza que, identificarlo como lo que realmente es: miedo que nos paraliza y nos impide enfrentarnos de forma saludable a él.

En segundo lugar y en cuanto a la lista de cuestiones que nos provocan miedo o vergüenza era poco menos que infinita:

  • Al fracaso
  • A quedarme bloqueada. Me encantó la expresión de “meter la mano en la chistera y que no haya nada”….
  • A tomar decisiones
  • A no “dar abasto”
  • A no “dar la talla” o no cumplir las expectativas
  • A no ser capaz de satisfacer las necesidades de la clientela
  • A hablar en público
  • A vender
  • A parecer prepotente
  • A enseñar lo que valgo
  • A “coger el toro por los cuernos”
  • A equivocarme

Pero, sin duda, lo más interesante de esta reflexión conjunta fue la propuesta de elementos que pueden ayudarnos a superar ese miedo, vergüenza o pereza paralizantes. Te los resumo a continuación:

  • Mirar a esos saboteadores frente y frente y revelarte contra la parte de ti misma que te lanza esos mensajes intimidatorios: “¿Cómo que no puedes?”. Recordarte a continuación todo lo que tienes en tu mochila que, sin duda, te hace capaz. Hacerte consciente de tus armas…
  • Aceptar tu humanidad, tu imperfección y tus errores. Y darte cuenta de que el resto de la gente es igualmente imperfecta. Son como tú.
  • Recordarte las cosas que te han salido bien y lo que hiciste para que así fuera.
  • Asumir que el miedo NO es real, tú lo has creado y tú puedes desactivarlo.
  • No pensar. Pasar directamente a la acción, antes de que los pensamientos paralizantes aparezcan.
  • Pensar en el resultado que vas a conseguir. “CelebrarTE”.
  • Mandarte correos y hablar sola para hacer que esas emociones no sean tan abstractas.

emakumeetings

Y, para finalizar, buscar apoyos, como los que te brinda EmakumeEkin, porque compartir que nuestros problemas son comunes, los hace más ligeros y siempre es más gratificante embarcarte en una aventura arropada por otras personas que, además de aliadas y compañeras de fatigas, casi pueden considerarse amigas.

Zorionak EmakumeEkin por esa magnífica labor de apoyo que realizamos!

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