El pasado viernes, 24 de febrero, se celebró el tercer aniversario del Teléfono de la Esperanza de Bizkaia y con ese motivo, fui invitada a ofrecer una charla sobre el coraje de vivir y mi segunda novela Nadie lo hará por ti.
El Teléfono de la Esperanza es una asociación de voluntariado, dedicada a promover la salud emocional de las personas y, especialmente, de aquellas que se encuentran en situación de crisis.
La Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza (ASITES) es una entidad de iniciativa social. Fue fundada oficialmente en 1971 por Serafín Madrid y declarada de Utilidad Pública en 1972. Es miembro de pleno derecho de la International Federation of Telephonic Emergency Services (IFOTES) y de la International Association for Suicide Prevention (IASP) y, a través de estas organizaciones, está vinculada formalmente con la OMS (Organización Mundial de la Salud).
El Teléfono de la Esperanza presta una gran atención al desarrollo de los recursos y herramientas personales, familiares y psicosociales. Con este fin, realiza diversas actividades, entre las que destaca: la publicación de la revista AVIVIR y libros divulgativos, programas y proyectos de sensibilización y prevención del suicidio, grupos de desarrollo personal, cursos para promover el bienestar emocional, promoción del voluntariado, colaboración con instituciones públicas y privadas en programas conjuntos de salud emocional, etc.
En las situaciones de crisis la ayuda más eficaz es la que proviene de las personas de nuestro entorno: familiares, amigos/as, compañeros/as, etc. Por ello, el Teléfono de la Esperanza ofrece una formación específica a quienes desean desarrollar sus cualidades para la ayuda.
Su objetivo es abordar de forma urgente, gratuita, anónima y especializada las situaciones de crisis. La labor que realiza el Teléfono de la Esperanza solo es posible gracias a la participación altruista de las personas que generosamente ofrecen su tiempo, escucha y esperanza para ayudar a los demás.
Por todo lo anterior, me dirigí con humildad y muchísimo respeto a las casi 60 personas que me acompañaron ese día y con la intención de compartir aprendizajes y experiencias.
¿Qué hay detrás de una persona capaz de ponerse al otro lado de un teléfono dispuesta a escuchar empáticamente los problemas de quienes precisan compartir sus cargas vitales? ¿De qué pasta está hecha una persona que pone en su orden de prioridades la ayuda al prójimo sin otra contraprestación que la certeza de hacer el bien?
No sólo es coraje para vivir. Es también coraje para ayudar. Coraje para transmitir a quien busca apoyo que:
– la esperanza es el único elemento capaz de hacer que las personas seamos capaces de soportar los males que nos acosan, la certeza de que las cosas pueden ir mejor,…
– a pesar de que no podemos controlar los acontecimientos que nos ocurren, al igual que mantiene el mensaje de mi primer libro Y te reirás de los peces de colores: “en cualquier situación, TÚ decides” cómo vas a afrontarlos.
– Y, finalmente, la convicción de que, para vivir con plenitud, para poder afrontar las pérdidas, los duelos, los daños y el dolor que la vida nos depare, hace falta coraje, protagonismo y resiliencia
Eskerrik asko a todas las personas colaboradoras del Teléfono de la Esperanza por vuestra inestimable labor de apoyo. Eskerrik asko, de manera personal, a María Jesús Elejalde y a Roswitha Steckelbach por brindarme la oportunidad de acercarme a vuestra asociación y conocer vuestro ejemplo de altruismo.
Por cierto, si deseas colaborar con el Teléfono de la Esperanza de Bizkaia puedes contactar en el 94 410 09 44 o en bilbao@telefonodelaesperanza.org.
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Eskerrik asko! ¡Gracias por la visita!