El pasado año, ASESCO, la Asociación Española del Coaching, ofreció a sus coaches asociados, entre quienes me encuentro, la oportunidad de colaborar en la edición de un libro de carácter divulgativo sobre el coaching, que ya ha visto la luz. Se trata de: El Libro Blanco del Coaching.

Me parece interesante contar con una publicación clarificadora de este tipo debido fundamentalmente a dos motivos:

  • Por un lado, al éxito e implantación del término coaching en nuestra sociedad, sin que esta socialización haya llevado aparejada una explicación del proceso al que se refiere.
  • Por otro, al hecho de que actualmente para ser coach no exista ninguna formación reglada, lo cual abre la puerta al intrusismo profesional y a que ejerzan como coaches o formen a coaches personas que provienen de otro tipo de disciplinas más o menos afines, pero que quizá no en todos los casos garanticen unos estándares mínimos de desempeño profesional.

Si a lo anterior unimos el hecho de que los/as coaches trabajamos con personas y, concretamente, con una de sus materias más sensibles: sus objetivos, metas y deseos, creo que no será extraño concluir en la necesidad de avanzar decididamente hacia una mayor profesionalización y regulación de esta disciplina profesional.

Quizá lo más interesante consista en definir el coaching, diferenciándolo de otros acercamientos o abordajes similares.

El coaching, tal como se define en el Libro Blanco: “es un proceso de acompañamiento en el que un/a profesional (coach) acompaña a su cliente (coachee) a conseguir un objetivo.”

En este proceso, es importante la definición de la meta u objetivo que debe estar alineada con los valores, creencias y motivaciones más profundas de la persona. En ocasiones, es necesario profundizar en las metas hasta verificar que efectivamente se trata de lo que el/la coachee quiere y desea genuinamente.

Otro de los rasgos distintivos del proceso de coaching, es que no se trata de un proceso directivo. El/la coach NO dirige, ni ofrece instrucciones, consejos o soluciones. Su labor es ofrecer herramientas para que su cliente pueda definir y alcanzar lo que pretende.

Precisamente, debido a este acercamiento basado en la potencialidad de la persona, podemos diferenciar el coaching de otras disciplinas que se basan en la experiencia y conocimiento en la materia o asunto que afecta a la meta de su cliente.

De esta forma, el coaching NO es:

  • Consultoría o asesoría. La consultoría es fundamentalmente profesional, mientras que el coaching puede ser profesional o personal. Los/as consultores/as son expertos/as en el área específica que se trabaja y suelen plantear objetivos y soluciones bajo sus criterios, mientras que en el coaching se trabaja en las metas definidas por el/la coachee desde el acompañamiento no dirigido.
  • Formación. Los/as coaches no son docentes. En coaching, no existe un temario, ni contenidos prefijados de carácter genérico. Se sigue la agenda de la persona y el proceso está orientado de manera exclusiva a lo que ella necesita. Normalmente, el coaching conlleva un cambio de conducta y facilita el feedback que en la formación tradicional no suele tener cabida.
  • Evaluación. Las sesiones de coaching son absolutamente confidenciales. En el ámbito laboral, estas sesiones, por lo tanto, no puede vincularse bajo ningún concepto con procesos de selección, evaluación, promoción, etc.
  • Mentoring. El mentoring se basa en la experiencia y suele ser un acompañamiento a largo plazo. Por el contrario, en coaching no se aconseja, ni se guía, ni se aportan soluciones; se parte de que la persona cuenta con los recursos necesarios y suficientes para lograr sus objetivos.
  • Psicoterapia. En el coaching, el objetivo no consiste en reparar los conflictos que afectan a la persona, sino que se trabaja el desarrollo y crecimiento desde el presente hacia el futuro, y con un acercamiento basado en la acción y la consecución de los objetivos. Ambas perspectivas son complementarias pero, al mismo tiempo, para evaluar, diagnosticar y proponer un tratamiento o actuaciones terapéuticas es preciso ser especialista en el ámbito de la psicología o la psiquiatría.

Estas y otras cuestiones son las que se recogen en el Libro Blanco del Coaching, al que puedes acceder y descargar de manera gratuita en el siguiente link: http://www.asescoaching.org/descargas-asesco/

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