El mensaje del coraje de vivir está calando. Cada vez más personas que han leído la novela confirman, con sus valoraciones y opiniones, que el protagonismo y la resiliencia son fundamentales para VIVIR con mayúsculas.
Los personajes de Nadie lo hará por ti, están en crisis. En algún momento, los tres hermanos protagonistas de la novela, se dan cuenta de que sus expectativas, sueños e ilusiones, no coinciden con lo que su vida es en realidad. Y eso hace que su mundo se tambalee.
¿Quién no ha experimentado con mayor o menor gravedad una situación parecida en algún momento de su vida o en alguna parcela de su vida? Nos centramos en andar y pocas veces nos fijamos en las suelas de nuestros zapatos para ver cómo andamos y a dónde nos llevan nuestros pasos. A veces es la inercia, a veces son fuerzas ocultas que tiran de nosotros/as en direcciones incomprensibles porque somos presas de pasados no resueltos, de presiones, de exigencias, de deberes… Pero la cuestión es que cuando no tenemos al día la visión de lo que queremos para nuestra vida, el horizonte acaba convirtiéndose en una especie de neblina, y en lugar de avanzar, deambulamos…
Cuando las personas constatamos que existe un desequilibrio entre lo que soñamos y lo que somos, surgen emociones como la frustración, la tristeza, la rabia,…
Sin embargo, esa energía que surge del malestar es, al mismo tiempo, la fuente de la que se nutre el espíritu de superación, de sacrificio, de cambio y de inconformismo que lleva a las personas a tomar las riendas de su vida, a afrontar decisiones valientes (sean conservadoras o rupturistas) y que les llevan, a la coherencia, a la autenticidad y a la plenitud.
Por eso, hay momentos en los que es saludable quitar el piloto automático, parar el vehículo y actualizar el navegador y el objetivo verdadero de nuestra vida y luego volver a ponernos en marcha. Con coraje. Sabiendo que en la carretera surgirán accidentes, averías, días de lluvia,… pero también habrá días soleados en los que quizá podamos ir cantando con la ventanilla bajada…
Nadie lo hará por ti es, entre otras cosas, un alegato a favor de la no rendición. Un mensaje de “margen izquierda” (para quienes tienen raíces bizkainas). Lo más sugerente de mis protagonistas es que no se rinden. A veces se tambalean, a veces se desorientan, a veces se caen. Pero no se rinden. Se vuelven a levantar, quizá desconcertados, quizá mutilados, pero saben que permanecer de rodillas no es una opción. Y se levantan.
Por todo lo anterior, cada vez más personas y organizaciones comparten este mensaje. También los medios de comunicación. En breve, seguiré compartiendo contigo bonitas iniciativas vinculadas con esta novela, que además ya está disponible en Amazon en versión digital y en papel a través del siguiente link https://www.amazon.es/Nadie-har%C3%A1-por-coraje-vivir-ebook/dp/B01MR945JJ/
Recientemente escuche a Manel Muntada, (experto en gestión del conocimiento, desarrollo y cambio organizativo) utilizar esta frase y te la dejo de despedida:
“No le pidas permiso a la vida. Si acaso, pídele perdón.”
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